La lógica convincente de las toallitas limpiadoras presaturadas

Un análisis del uso de solventes en las industrias eléctrica y de las comunicaciones

Para la limpieza industrial, las toallitas saturadas de solventes previamente empaquetadas en pequeñas bolsitas, latas o contenedores ofrecen ventajas por encima de paquetes a granel, tales como bolsas, barriles, cubetas, jarras, botellas o aerosoles. Los beneficios se incluyen en tres categorías generales: control, seguridad y conveniencia.

Mercados y aplicaciones

La limpieza industrial es un tema muy amplio y, aunque lo analizado aquí probablemente sea aplicable en muchas industrias, nuestro enfoque se centra en los sectores de la electricidad y las comunicaciones, en los que los solventes se usan con regularidad en una amplia variedad de aplicaciones, tales como la terminación de cables eléctricos, los empalmes de cables de fibra óptica, el mantenimiento y limpieza de pértigas y otras herramientas eléctricas en líneas energizadas, la preparación de superficies para el sellado de conductos y la reparación de fugas en transformadores, la fusión de tuberías de gas, la limpieza de manos y herramientas, y muchas más.

Diseño del paquete

En estos paquetes de toallitas saturadas, el mismo material de la toalla es parte del diseño del producto. Las toallas son elegidas por sus propiedades, como la absorción (o liberación), resistencia, textura, y la poca presencia de pelusas. Por ejemplo, se requieren toallas muy específicas sin pelusa y sin desgarros para el empalme de cables de fibra óptica y la limpieza de conductores, o para el empalme de cables semiconductores. Estas toallas no pueden contener químicos (como adhesivos de unión) que puedan disolverse en el solvente usado y depositarse nuevamente en un cable, lo cual comprometería el empalme. Una toalla puede tener pequeños agujeros u orificios para recoger grasa y suciedades. Puede tener una textura suave para la limpieza de superficies duras, o texturada, para “restregar”.

Los materiales de toallas presaturadas de alta calidad, que se han comprobado que son aptos para una tarea, ofrecen una cantidad perfecta de solvente y toallas, lo que permite el uso de una misma fuente o almacenamiento. El trabajo nunca se detiene porque falten toallitas. Siempre hay toallitas limpias disponibles. Esto elimina el uso de trapos sucios o toallitas inadecuadas que pueden devolver la suciedad a las superficies que han sido “limpiadas” o de toallas que pueden rasgarse o soltar pelusas o no absorber los elementos contaminantes. El tamaño y saturación de las toallas también puede adecuarse específicamente al uso final planificado.

Control

Los paquetes de toallas presaturadas garantizan que se use la cantidad de solvente mínima y evitan el desperdicio de solvente. Una pequeña cantidad de solvente es muy útil. El uso de toallas presaturadas controla cuánto solvente se usa y ayuda a tener procedimientos de limpieza apropiados.

El uso de paquetes a granel para rociar o sumergir directamente las partes conlleva a una acumulación de exceso de solvente en aberturas y a que esté en contacto con las superficies por demasiado tiempo. El exceso de solvente puede rociarse o caer accidentalmente sobre partes o materiales cercanos. Una cantidad pequeña de solvente que esté en contacto brevemente con una superficie puede reducir daños potenciales hasta un nivel aceptable. Se debe usar el mínimo de solvente porque si la cantidad es mucha los materiales de plástico o goma altamente sensibles pueden hincharse o degradarse, lo que disminuye su vida útil.

Una toalla con una saturación limitada es una forma eficaz de limpiar con solventes de secado lento. Estos tipos de limpiadores pueden requerir de una toallita de secado para acelerar la evaporación. Las toallitas ligeramente saturadas ayudan en el proceso. Las toallas presaturadas reducen los desechos y el tiempo de secado, fomentan técnicas de limpieza adecuadas, y protegen componentes fundamentales de la exposición al exceso de solvente. Algunos solventes son higroscópicos, por lo que absorben la humedad del aire y hacen que su uso sea ineficaz o incluso dañino. El paquete de toallitas garantiza que el solvente no absorba humedad ni otros contaminantes al ser manipulado.

Seguridad

La elección de un solvente usualmente es un acto de equilibrio de compensación de riesgos: el rendimiento positivo específico para la tarea contra las consecuencias negativas para el personal, la infraestructura y el medioambiente. El empaque tiene un papel sorprendentemente importante en esta elección.

Obviamente, existe un gran número de solventes disponibles con diferentes niveles de riesgo. Pero, independientemente de sus fórmulas, todos los solventes son químicos, y todos los químicos tienen un riesgo potencial. Incluso el agua es corrosiva para ciertos materiales y es lo último que se quiere cerca de cables y equipos energizados, o de las herramientas y equipo de protección personal que se usa al darles mantenimiento. El riesgo potencial de cada químico debe ser evaluado.

Los solventes a granel no tienen buenos resultados en nuestra evaluación de riesgo. Los riesgos de materiales peligrosos son mayores en su caso. Ellos se derraman y salpican, lo que provoca daños en la piel y los ojos que pueden ir desde irritación hasta la aparición de cicatrices o la ceguera. Muchos son inflamables con puntos de combustión muy bajos, y han provocado innumerables incendios a lo largo de los años. Tienen niveles variables de toxicidad si se consumen, y algunos son cancerígenos.

Sin embargo, la forma principal de exposición de un trabajador es mediante la inhalación. La evaporación forma concentraciones de vapor en un espacio de aire. El exceso de solvente vertido de un paquete a granel aumenta rápidamente la acumulación de vapor. Los aerosoles atomizan los solventes, inyectando instantáneamente grandes cantidades de vapor de solvente en un espacio cerrado. Los efectos en la salud pueden ir desde afecciones a corto plazo y desorientación, hasta incapacidad a largo plazo, daños reproductivos, enfermedades e incluso la muerte. Los niveles de inhalación admisibles se miden como límites de exposición ocupacional (OEL) en peso por volumen de aire o partes por millón (ppm). La restricción del uso de solvente reduce la concentración de vapor para que estos límites no se sobrepasen.

Los limpiadores a granel son inherentemente más peligrosos que las toallitas saturadas. Las toallitas con cantidades pequeñas y cuidadosamente medidas de solvente son la mejor forma de controlar los vapores. Gracias a su diseño, ellas eliminan la mayoría de los peligros de derrame, salpicadura e ingestión. Una cantidad pequeña de combustible en las toallitas individuales reduce significativamente el riesgo de incendio, incluso si el solvente tiene un punto de combustión bajo. Si una toallita se enciende, no hay combustible suficiente para que ocurra un incendio mayor.

Los paquetes de toallitas reducen o eliminan la liberación accidental en el medioambiente. Estos paquetes reducen la cantidad de compuestos orgánicos volátiles (COV) liberados en el aire y reducen la generación de gases de efecto invernadero. La eliminación de los riesgos de derrame y liberación reducen los requerimientos de informes regulatorios. El almacenamiento, manipulación y etiquetado adecuados son otros aspectos del cumplimiento regulatorio y pueden aplicarse multas si no se cumple con las normas. Las etiquetas pueden caerse, o decolorarse o desaparecer con el tiempo en los paquetes a granel que se usan de forma reiterada.

Las toallitas saturadas no hacen que los requerimientos regulatorios desaparezcan como por arte de magia, pero hacen que cumplir con las normas sea mucho más fácil. Cada toallita de un sólo uso siempre está debidamente etiquetada, y las bajas cantidades de solvente ayudan a mantener los niveles de exposición por debajo de los límites establecidos.

La seguridad y el cumplimiento de extienden de forma natural al almacenamiento y eliminación. El almacenamiento de solventes a granel puede requerir de control de clima y/o áreas de contención, incluyendo sumideros para derrames, paredes a prueba de explosiones para barriles inflamables, o cajas de malla de alambre para los aerosoles. Se requiere capacitación para evitar que los montacargas perforen los barriles y las cajas. Puede que se necesite una conexión a tierra apropiada para evitar descargas estáticas al transferir solvente a contenedores más pequeños. El mantenimiento o empaque inadecuado a menudo conduce a pérdidas de inventario a través de evaporación o degradación.

Las toallitas saturadas cambian el paradigma de eliminación de solventes. El paquete está abierto. El solvente se usa para su propósito. Cualquier material volátil residual sencillamente se evapora. Lo que queda es una toalla seca que usualmente se puede desechar legalmente mediante uno de los métodos de eliminación estándar.

Conveniencia

Pero los paquetes de solvente a granel son demasiado… grandes. Ellos no caben en los bolsillos o en el cinturón de herramientas de un trabajador, ni en la caja de guantes de una camioneta de servicio, ni en las cajas de herramientas. Dependiendo de lo que haya adquirido el departamento de compras, puede que los trabajadores tengan que cargar un contenedor pesado hacia el sitio de trabajo, o sacarlo o meterlo en una bóveda, o subirlo y bajarlo de un poste, sólo para aplicar una pequeña cantidad de solvente. O tal vez tengan que verter un pequeña cantidad necesaria en un contenedor pequeño, perdiendo así tiempo, y corriendo el riesgo de un derrame.

Alternativamente, un trabajador puede almacenar el número ideal de toallitas saturadas en un bolsillo o en una bolsa de herramientas y realizar una tarea en el sitio haciendo fácilmente un sólo viaje. Los kits personalizados pueden incluir toallas secas y un paño abrasivo, lo que ofrece el conjunto de suministros necesarios para un trabajo específico, como la terminación de un empalme de alto voltaje.

Los paquetes a granel son ineficientes porque la mano de obra cuesta más que el solvente. Los empleados tienen que cargar contenedores pesados, elegir toallas separadas, y transferir líquidos potencialmente peligrosos. Trabajar con solventes a granel requiere de mucho esfuerzo y es peligroso. La producción en masa de toallitas ligeras, ergonómicas y presaturadas por parte de un fabricante ofrece fácilmente una combinación adecuada de solvente y toallita para un sitio donde se necesite de limpieza, de una manera mucho más eficiente de la que pueden lograr por sí mismas organizaciones contratistas o de servicios públicos.

Economía básica

Los solventes a granel pueden parecer un ahorro cuando se emite un pedido de compra. Pero, la clave es que el precio de compra del solvente está muy lejos de ser lo único a tener en cuenta en relación con el costo. Las toallitas saturadas de solvente pre-empaquetadas en bolsitas de papel de aluminio, en latas o en pequeños contenedores, tienen precios más altos, pero le ahorran dinero al usuario de muchas otras formas, mucho más que suficiente como para compensar la diferencia de precio. La conveniencia de este empaque aumenta la productividad y reduce el costo de la mano de obra. El abastecimiento y el inventario son más eficientes. Hay menos cosas a tener en cuenta para el almacenamiento, el envío y la eliminación. El uso de empaques de toallitas presaturadas reduce los riesgos y negligencias regulatorias.

Resumen

Las decisiones de compra de solventes deben estar basadas en un enfoque “general”. Un paquete a granel puede parecer adecuado y menos caro, pero ¿es así en realidad una vez considerados todos los factores? Los solventes son químicos altamente regulados con un amplio rango de implicaciones de compatibilidad, seguridad, medioambientales, transporte, almacenamiento, cumplimiento, eliminación, responsabilidad, y mano de obra. Cada una de estas le agrega complejidad y costos a un artículo aparentemente rutinario. Aunque no necesariamente eliminan estos riesgos, en muchos casos el uso de toallitas presaturadas empaquetadas individualmente es la forma más responsable y eficaz de mitigar significativamente la exposición a los solventes.